Los museos dicen que su principal preocupación es su público:

• Lo dicen porque es políticamente correcto.
• Lo dicen porque esto trae dinero público…

Pero no lo demuestran en la forma de tratar sus recursos humanos en materia de mediación.

Un número considerable de educadores de museos en todo el mundo sufren de una situación laboral incierta: empleo independiente, trabajo estacional, contratos de corta duración, prácticas, etc.

Esta situación tiene varias consecuencias graves.

• Los educadores no participan plenamente de la política general de los museos.
• Cuando la situación exterior se hace difícil, ellos son licenciados o se les despide más fácilmente que a cualquier otro tipo de personal.

La situación de la pandemia resulta ser una terrible prueba de esta fragilidad:
En todo el mundo, miles de educadores de museos han perdido repentinamente sus trabajos, sin ningún apoyo financiero y una esperanza muy incierta a largo plazo de ser llamados de nuevo, cuando los museos vuelvan a abrir para grupos de turistas o escuelas.

Ningún dispositivo tecnológico puede reemplazar completamente una educación con presencia humana en un museo.
Las ofertas de educación museal tecnológica deben ser concebidas con los educadores de los museos.

Si el público es lo primero, entonces los educadores del museo deben ser tratados como parte integrante del personal y no como colaboradores externos de la institución.